¿Quién soy?

Mujer de bosque y río

 

Enamorada de la delicada y poderosa belleza de la naturaleza en la que habitamos y que somos, del cuerpo, de la respiración, de la energía que nos recorre, nos rodea y envuelve, de la vida que nos atraviesa

 

Abogo por lo sencillo, por lo lento, por lo que cala bien hondo

 

Por la simpleza que nos conecta con la sabiduria interna

 

Amante de los pequeños-grandes detalles, de un buen fueguito, una infusión calentita, un buen libro, una buena música o un buen silencio

 

Del sonido de la lluvia, de los pastos verdes, de los colores del otoño

 

De esas tardes con las personas que quiero, compartiendo risas y lágrimas, simplemente estando

 

Férrea creyente de que “con amor, la letra entra mejor’; del ‘menos es más’ cuando se trata de acompañarnos… Con paciencia, siendo compasivos

 

Tras años de incansable búsqueda de una solución rápida que aliviase mi dolor, perdiéndome en la intensidad y en lo fenoménico, me re-descubro y me re-encuentro en lo simple, en lo lento, en lo enraizado, en lo amable… Y eso le encanta a mi cuerpo, a mi sistema nervioso, a mi ser… Eso me trae paz

 

No reniego de todas las etapas que he vivido, al revés, de ellas aprendí y ellas me han traído al lugar en el que me encuentro hoy

 

No tengo la verdad verdadera, simplemente te comparto la mía, la que siento que puede ayudarte, igual que lo hace conmigo y con tantas personas que me he encontrado en este camino

 

Volvamos a lo sencillo

 

Volvamos al cuerpo

 

Y desde ahí, desde la raíz, que crezcan las ramas, las hojas, los frutos

 

El cuerpo pide presencia y esa está siendo mi medicina: amor, paciencia y presencia

 

Haciéndome cargo de mi propia experiencia, de mi propio cuerpo, de mi propia energía

 

Y lo demás… Lo demás viene tras esto

 

¡Casi ná!

 

Con amor,

Mónica